jueves, 7 de junio de 2012

Un mal día, nada más

Por favor, dejarme llorar.
Dejar que llore hasta que me quede sin lágrimas, hasta que saque esto que llevo por dentro que no sé definir...
Dejar que me desahogue por favor...

No hay nada peor que aguantar el llanto, ese nudo que te oprime la garganta de una manera inhumana. Nada peor que sonreír con ese nudo que te ahoga. 

Aparentar. Aparentar. Aparentar. Sólo aparentar estar bien, para que los que te rodean se crean que estás bien, para darles ese gusto, ...y tu qué??

Llorar es sinónimo de liberación, de descarga, de sacar la rabia contenida, de sacar el dolor, o la tristeza, o la añoranza...a veces no hace falta nada de eso para llorar, de pronto, te levantas un día, y aún sin motivo alguno te apetece horrores...pero no, eso creemos siempre para sentirnos mejor y pensar que no hay un porqué, nos lo acabamos creyendo y termina llevándose la culpa la primavera. Pobre primavera, como si ella tuviera culpa de que todo, de que todo te salga rematadamente mal...y lloras, cuando por fin te quedas sola, cuando nadie te ve...claro que lloras...y tienes los ojos hinchados...y cuando alguien te pregunta qué te pasa, tu contestas: "la dichosa alergia"...y vuelves a aparentar...

Dejarme llorar, por favor.
Dejar que llore hasta agotarme.
Permitirme explotar, así una vez que me haya desahogado, no tendré que aparentar más...





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